El niño no es un adulto pequeño. La práctica de la anestesia pediátrica no es sólo una adaptación de dosis y tamaño del aparataje. Los niños tienen una fisiología diferente, tienen enfermedades diferentes y responden de forma diferente a los fármacos. Y dentro de los niños no da igual un niño de 4 años, que un neonato término que un prematuro. Por eso la anestesiología pediátrica es un campo muy amplio que necesita de una práctica diaria para ser realizada con solvencia y seguridad.

Tanto la Sociedad Española de Anestesia (SEDAR) como la europea (ESAIC) reconocen que el resultado de una cirugía en el niño está directamente relacionada con la experiencia del equipo clínico implicado, especialmente en pacientes menores de 3 años.

 

«El resultado de una cirugía en el niño está en relación con el equipo clínico»

anestesia pediatrica

Según la SEDAR cualquier anestesiólogo que realice anestesias a niños de forma ocasional (por imprevisibilidad y/o bajo número de sesiones pediátricas) debería realizar rotaciones periódicas en hospitales pediátricos para renovar las habilidades en anestesia pediátrica, quedando fuera de lugar la práctica “ocasional ” de anestesia pediátrica que no responda a una planificación ya un mantenimiento periódico del conocimiento y las habilidades.

Desgraciadamente, la penuria económica por la que está pasando la sanidad pública dificulta que los hospitales prescindan de un profesional durante unos meses.

Somnium permite que cualquier institución disfrute de un servicio de anestesia pediátrica de primera línea, ofrecido por profesionales que trabajan a diario con niños, tanto en el ámbito de la cirugía ambulatoria como en el paciente con patología crónica y con procedimientos quirúrgicos de más entidad.